¿Te gustaría escribir más, pero no sabes por dónde empezar? ¿Sientes que necesitas un espacio solo para ti, donde poner en palabras lo que llevas dentro? La buena noticia es que no necesitas ser poeta, escritora ni tener una “vida interesante” para beneficiarte de una práctica de escritura para el bienestar. Solo necesitas papel, boli (o teclado) y un ratito contigo misma cada semana.
En este artículo te contamos cómo crear tu propia rutina de escritura consciente, con técnicas sencillas como el diario poético, la escritura automática y los “check-ins” emocionales. Todo para que puedas convertir la palabra escrita en una aliada para el equilibrio emocional, la claridad mental y la creatividad.
¿Por qué escribir para sentirte mejor?
La escritura no es solo para crear novelas o publicar en redes. Es una herramienta poderosa para escucharte, regular tus emociones, procesar experiencias y ganar perspectiva. De hecho, numerosos estudios en psicología y terapias creativas han demostrado que escribir de forma regular mejora el estado de ánimo, reduce el estrés y fortalece la autoestima.
Además, escribir es un espacio seguro: no hay juicio, no hay errores, y tú decides el ritmo.
¿Qué es la escritura para el bienestar?
También conocida como escritura terapéutica, escritura expresiva, emocional o escritura consciente, esta práctica pone el foco en el proceso más que en el resultado. No se trata de “escribir bonito” sino de explorarte a través de las palabras, aunque no tengas claro lo que vas a decir.
¿Cómo crear tu práctica semanal de escritura?
Aquí va una guía paso a paso para que empieces hoy mismo:
1. Elige tu momento y crea un ritual
Lo ideal es tener un espacio fijo cada semana, aunque sea 20 minutos. Puedes escribir los domingos por la tarde, los jueves antes de dormir o los lunes para empezar bien la semana. Acompáñalo con algo que te guste: una vela, una infusión, música suave… que tu cuerpo y mente reconozcan ese momento como sagrado.
2. Usa el diario poético
El diario poético es una de nuestras técnicas favoritas en Lexquimia. Se trata de escribir textos breves, líricos o simbólicos que reflejen tu mundo interior. No necesitas seguir reglas de métrica ni rima: basta con dejar que la poesía surja como venga. Puedes empezar con una frase que te resuene, una imagen del día o una sensación corporal.
Ejemplo:
"Hoy me siento como una hoja en la mitad del río. No sé a dónde voy, pero me dejo llevar."
Esta técnica activa la creatividad y te conecta con tu intuición. Ideal si te cuesta “decirlo todo con claridad” o si quieres practicar otro idioma desde lo emocional.
3. Haz un check-in emocional escrito
Antes de empezar a escribir libremente, responde en tu cuaderno:
¿Cómo me siento hoy?
¿Qué necesito?
¿Qué me gustaría soltar?
Este pequeño escaneo emocional te ayuda a centrarte y a darle dirección a lo que vas a escribir.
4. Prueba la escritura automática
Pon un temporizador de 10 minutos y escribe sin parar. No edites, no juzgues, no releas. Solo deja que salga lo que tenga que salir. Aunque empieces escribiendo “no sé qué poner”, sigue. Te sorprenderá lo que emerge cuando la mente se calla y el cuerpo escribe.
5. Cierra con gratitud o un verso
Una vez termines, respira hondo. Puedes subrayar una frase que te haya gustado, o escribir una palabra que defina tu estado después de escribir. Algunas personas terminan su práctica con un pequeño verso, una lista de gratitudes o una intención para los días que vienen.
Tips extra para mantener el hábito
- No te exijas perfección. Hay semanas que escribirás dos líneas y otras en las que llenarás páginas. Todo cuenta.
- Usa disparadores o propuestas creativos. Una foto, una palabra, una canción o una pregunta pueden ayudarte a comenzar.
- Comparte si quieres. Puedes leer tus textos en voz alta o compartirlos con alguien de confianza, pero no es obligatorio. La escritura es tuya.
¿Y si escribes en otro idioma?
¡Perfecto! Escribir en tu segunda lengua puede abrirte nuevas formas de pensar y sentir. En Lexquimia trabajamos mucho con la poesioterapia multilingüe, y vemos cómo cada idioma activa registros distintos de la identidad. Si hablas inglés, francés, italiano o cualquier otra lengua, prueba escribir desde ahí. Verás cómo cambia el tono, las emociones… y hasta la perspectiva.
¿Por dónde empiezo?
Aquí te dejamos 3 propuestas para esta semana:
- Escribe un poema con tres colores que hayan marcado tu día.
- Responde: “Hoy necesito…” y completa durante 5 minutos sin parar.
- Escribe una carta que nunca enviarás a una parte de ti que necesita ser escuchada.
La escritura es una brújula interna. Una práctica semanal puede ayudarte a volver a ti, escuchar tu mundo interior y cultivar bienestar desde la palabra. No necesitas técnica, solo intención.
¿Te animas a intentarlo esta semana?
Te invitamos al taller gratuíto de Diario poético (28 junio) y si lees esto despúes del taller, explora los próximos talleres gratuítos de Lexquimia o suscríbete al boletin y recibe cada mes un poema, una propuesta de escritura y un recordatorio suave para reconectar contigo.